La iniciativa es parte de la estrategia global de sostenibilidad del grupo y proyecta comenzar a implementarla en sus plantas en Estados Unidos en 2025 y en Perú entre 2026 y 2027.

 

Álvaro Morales, vicepresidente Corporativo de Finanzas del Grupo UNACEM, compartió con Forbes Perú, que el hito en Ecuador es parte de un proyecto de “debottlenecking” (eliminar cuellos de botella) en la producción de clinker, y está asociado al cumplimiento de indicadores verdes de un crédito de 60 millones de dólares otorgado por Interbank.

 

“La totalidad del préstamo reemplazó operaciones de corto plazo, y hoy tenemos este préstamo vinculado a indicadores de sostenibilidad, que nos permiten ser muy rigurosos para el logro de nuestro roadmap de sostenibilidad. Es la primera vez que en UNACEM Ecuador accedemos a este tipo de crédito vinculado a KPIs (indicadores clave de desempeño) de sostenibilidad”, explicó el ejecutivo.

 

En efecto, en Ecuador el préstamo ha permitido al grupo optimizar uno de los hornos de la planta cementera y así habilitar el uso de combustibles alternativos a la vez que reducen el consumo de energía térmica y eléctrica. Álvaro Morales explicó también que esta mejora contribuye a la meta del grupo de reducir sus emisiones de dióxido de carbono a menos de 500 kg por tonelada de cemento para 2030.

 

Combustible alternativo 

 

Al respecto, Juan Antonio Correa, Gerente General de Unacem Ecuador detalló que emplean residuos de otras industrias, como la cáscara de palma africana, bagazo de azúcar, aceite quemado o recuperado de derrames e incluso residuos urbanos. “Esto último [los residuos urbanos] es muy interesante, porque de la basura de las ciudades tienes lo orgánico y lo no orgánico. De lo orgánico, se usa para hacer compost; y de lo no orgánico, tienes lo reciclable y lo no reciclable. A este último le damos disposición final como un combustible en nuestra planta. Con esto no queda nada. El problema de la basura de las distintas ciudades queda resuelto”, explicó.

 

En ese sentido, Correa apuntó que trabajan en el coprocesamiento de combustibles alternativos desde 2010 (antes de que el grupo adquiera la operación ecuatoriana en 2014).

 

“No siempre es fácil conseguir combustibles alternativos”, comentó que desde que comenzaron a reemplazarlos han enfrentado diferentes retos, como la escasez de residuos de cáscara de palma africana debido a la aparición de una plaga que mermó su producción.

 

“El tema de los combustibles alternativos es muy volátil. Tenemos que buscar, probar y encontrar otro. Pero lo que sí nos ha permitido esta inversión, es llegar al 50 y pico por ciento, con una posibilidad de que si encontramos los combustibles alternativos, llegar por encima del 60% y probablemente del 65%, que sería muy gratificante como Unacem Ecuador”, sostuvo. Este logro le permitiría al grupo reducir las emisiones hasta 490 kilos de CO2 por tonelada de cemento, proyectó Correa.

 

Sobre la rentabilidad de la inversión, Correa informó que gracias a la sustitución con combustibles alternativos han logrado un ahorro de entre 2 y 3 dólares por millón de BTU (cantidad de calor). “Es bien rentable y nos genera un margen adicional”, indicó y agregó que reducir emisiones la estrategia de reducción de emisiones se vuelve además un diferencial de mercado. “Los clientes empiezan a comprar productos que tienen una consciencia ambiental detrás”, dijo.

 

Iniciativas de financiamiento verde

 

El Grupo UNACEM ha establecido una sólida trayectoria en financiamiento verde. En 2022, accedió a un crédito verde de 26 millones de dólares para construir la Central Hidroeléctrica El Marañón, y en 2023 obtuvo un crédito de 100 millones de dólares para adquirir Termochilca, una planta de generación a gas natural. Estas inversiones también están alineadas con el compromiso del grupo con la seguridad laboral y las energías renovables, con planes de iniciar la construcción de un proyecto de energía solar, Solimana, en 2025.

 

Con el proyecto “debottlenecking”, UNACEM también busca incrementar su capacidad de producción de clínker en Ecuador en 100,000 toneladas adicionales por año, optimizando el uso de recursos y reforzando su compromiso con la producción sostenible en toda su cadena de valor.